12 de mayo de 2012

26 soles


Un dato sobre mi vida: estudio Magisterio de Primaria. Y el miércoles fue mi último (por este año) día de Prácticas.

Los niños son algo tan especial para mí... Por eso mis 26 soles se merecían un post. Me resulta imposible traducir a palabras la situación, pero aquí está mi último día de Prácticas:
 
Al ser el último día, mi tutora me dejó la última media hora para mí. Para despedirme.

Empecé diciendo que había una sorpresa: buena y mala a la vez. Era mi último día (“¡No! ¿No puede ser! ¡Es imposible! ¡No te vayas! ¿No puedes venir más días?”) pero les había traído dos regalitos.

El primero: un cuento. “El cuento del fin de los cuentos”, sin duda, un título sugerente y que suscitó algún que otro comentario. Cada uno (incluidas la tutora y yo) leímos una frase y terminaron con un aplauso. Les gustó. Y a mí me gustó que les gustara. Fue un momento muy especial, muy acogedor.

Después vino el regalo “de verdad”. Les regalé a cada uno un pompón de lana hecho por mis amigas y por mí que podía servir de llavero, de coletero, para colgarlo en la mochila, de pulsera para el peluche… Cada uno le daba su utilidad.

Terminamos con una foto que ahora ocupa el fondo de pantalla de mi portátil y con un abrazo común que no olvidaré nunca. Incluso una niña se puso a llorar. “Esto es lo mejor de esta profesión, que lloren por ti”, me dijo la tutora. Sabias palabras.

Después hubo un intercambio de e-mails (¡niños de 4º de Primaria con e-mail! ¿a dónde vamos a llegar?) que ha dado lugar a que me lleguen correos con dibujos y con frases como estas:

- "No se si sabes que yo soy del atleti entonces ayer fui a Sol en tren y pase por tu universidad. Me acorde mucho de tí. "

- "Todo 4º A (incluida Charo y Chispa, Marty y Chuqui aunque este muerto seguro que te echa de menos)" (Aclaración: Chispa, Marty y Chuqui son los peces de la clase y Chuqui se murió).

- "¡Seguro que Ale echa de menos tu olor a vainilla pastelillo de crema!"

Sin duda, trabajar con niños es el mejor trabajo del mundo. Con una simple sonrisa, una palabra, un gesto, un abrazo... pueden convertir un día gris en soleado.

Han sido pocos días, pero he disfrutado mucho con estos niños y, de alguna forma, siempre los recordaré como “mis primeros niños”. Y acabo ya que me pongo muy ñoña.
GRACIAS.

1 comentario:

  1. ¡Hola! Soy nueva en esto de los blogs y hice el mío hace poco, ¿te pasas, me dejas un comentario y me sigues? Yo ya te sigo a ti. Gracias :)

    http://beccapecca.blogspot.com

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