8 de agosto de 2011

Cuestiones de familia

Familias pequeñas. Familias unidas. Familias que sufren juntas, que intentan esquivar los obstáculos del camino. Familias que quieren ser felices. Familias que se quieren. Familias que lo darían todo por su familia. Familias orgullosas de ser familias.
Mi familia. La mejor familia del mundo. Os quiero.

7 de agosto de 2011

No le olvides nunca

Ayer estuve viendo Anastasia. Sí, Anastasia, Anastasia, el clásico de Disney. (Dato: adoro las películas de Disney y me siento orgullosa de ello)
Durante la hora y veinte que duró la película volví a ser niña otra vez. Cantaba todas las canciones (tengo mucha memoria, sí, me acordaba de todas), disfrutaba y hasta me emocionaba viendo cómo en pocas horas desde su encuentro Dimitri y Anastasia se enamoraban o cómo Anastasia tenía tanta memoria como yo y antes de abrir la cajita de música de su abuela ya se acordaba de la canción a pesar de haber perdido la memoria hacía 10 años...
Mientras veía la película me venían a la mente flashazos (o como quiera que se escriba) de mi infancia... Anastasia no es que fuese una de mis películas preferidas pero no sé por qué jugaba mucho con las figuritas de plástico de la película (sí, esas míticas figuras de plástico de todos los clásicos de Disney). Bueno, pues me venían esos recuerdos a la cabeza... Más que hechos, sensaciones. Sensaciones de una niña sin problemas, sin preocupaciones y con un futuro por delante del que ningún niño es consciente a esa edad... Y esas sensaciones fueron las que me llevaron a reflexionar...
Sí, todos tenemos un niño interior. El responsable de que no perdamos la ilusión ni la inocencia, el que hace que nos brillen los ojos al mirar a alguien especial, el que consigue emocionarnos, el que se ríe a carcajadas siendo incapaz de contenerse, el que hace que cometamos locuras de vez en cuando, el que llora cuando no está mamá, el que necesita de los demás, el que siempre pregunta "¿y por qué?", el que tiene ganas de aprender y descubrirlo todo, el que no piensa en el qué diran, el que vive, el que sonríe, el que actúa y no se queda con las ganas, el que disfruta el momento, el que es feliz.
Todos tenemos a ese niño en nuestro interior. No estaría del todo mal que le dejásemos ver en nuestro día a día de vez en cuando. No se trata de esconderle y olvidarle sino de vivir con él. Muchas veces no nos damos cuenta de todas las cosas que perdemos por no tenerle en cuenta... Tiene muchas cosas que aportarnos.
Así que, ya sabes. Encuéntralo, cuidalo bien y no le olvides nunca.

6 de agosto de 2011

Mucho

"A veces algo ocurre. Algo que no puedes controlar. Algo de lo que no encuentras un por qué. Y es entonces cuando quieres derrumbarte. Pero no. Hay que tirar pa´alante y ser fuerte por la gente a la que quieres. Y también hay que dejarse querer. Sí. Un poco al menos."

Hace ya más de tres meses que escribí ese pequeño párrafo. Y desde entonces mi vida ha cambiado completamente. A peor.
Sueño con el día en el que consiga despertarme de esta pesadilla que ya está durando demasiado, de este mal sueño que me temo que va a durar mucho más.
Pero si de algo estoy segura es de que todo pasa. Y también de que nunca nada volverá a ser como antes. Y me duele mucho. Mucho.

1 de agosto de 2011

Concierto acústico

El sábado estuve en un concierto acústico. Y no doy más información por aquello de mantener mi anonimato y tal y tal...
Estoy impresionada. Mira que he estado en conciertos... no muchos acústicos pero sí de ese tipo de conciertos, es decir, con ese tipo de cantantes (uy, ¡qué difícil de explicar es esto sin decir nombres!). Mira que he disfrutado en ese tipo de conciertos... Mira que me lo he pasado bien... Pero el sábado quedé impresionada. Fue maravilloso. Y no lo digo por la emoción del momento y esas cosas, no. Como ya digo, aunque tenga sólo diecitantos años he vivido muchos conciertos, pero ninguno como el del sábado.
Parecía que estaba en el sofá de mi casa. ¿Sabéis esa sensación de estar tumbado en el sofá y de no importarte nada más que la película que estás viendo en televisión? ¿Esa sensación de olvidarte de todo y entrar en otro mundo? Bien, pues eso es lo que sentí el sábado.
Los dos artistas que cantaron están empezando, no llevan mucho tiempo en ese gran mundillo de la música y tampoco son muy famosos que digamos. Pero tienen un gran talento y estoy segura de que llegarán lejos. Consiguieron llenar el escenario con sólo estar presentes, consiguieron hacernos reír, llorar, emocionarnos y disfrutar, disfrutar mucho. Sus actuaciones son de esas que llegan al público. Incluso muchas canciones las han compuesto ellos... ¡Y qué bien suenan! Es como que enganchan... :)
Y por si el concierto no fuera suficiente, no sabéis que agradable sorpresa me llevé cuando, después de terminar las actuaciones, fui al baño (que estaba al lado del camerino) y la oí cantar desde allí. Como cuando estás en casa cantando a tu rollo, sin preocupaciones... pues igual. Qué sensación más buena, oiga.
Además de grandes artistas, son unos soles. No tienes más que esperar un ratito a que se cambien y salgan a hablar contigo y a preguntarte qué tal. Sí, quizá no se acuerdan de tu nombre... pero al menos de tu cara sí. Y a ti te hace ilusión. Y a ellos también que estés allí.
¡Qué bonito será recordar estos momentos dentro de unos años, cuando sean famosos y tengan al paparazzi en la puerta...! ¡Qué bonito es seguir la carrera de un artista desde sus inicios!
Siempre, R*****, siempre.