17 de mayo de 2013

Sobre tuercas y tornillos

Era una tarde de 2010. Hacía días que las cosas no iban bien. Agobio, presión. Sí, habían hecho bien en dejarlo. Quizá algún día volviera a surgir la chispa que reavivase la relación... Pero era mejor así.

Y las entradas de aquel concierto al que iban a ir juntos esa noche seguían ahí, encima de la mesa, esperando a saber cuál sería su destino después de la ruptura. Aquel grupo que él le descubrió y ese componente amigo de él que hoy ella iba a conocer después de tantas conversaciones por whatsapp.

"Yo no voy a ir, tú haz lo que quieras", había dicho él. "No voy a perder la oportunidad", pensó ella.

Así que decidió ir y disfrutar sin él del concierto. "Espero que, al menos, ese chico con el que he estado hablando tanto tiempo sea el cantante, que es el más guapo".

(Y así fue. Aunque este dato tampoco tenga demasiada importancia.)

Después del concierto habían quedado a cenar. Él tampoco apareció y ella siguió queriendo olvidarse de él al menos esa noche.

Y entonces ocurrió. Como en las películas. Algo cayó al suelo mientras ella y un nuevo él hablaban durante la cena. Los dos se agacharon a ver qué había sido y sus cabezas chocaron ligeramente. Mirada y sonrisa avergonzada. Y allí estaban... un tornillo y una tuerca.

"Tú te quedarás el tornillo y yo seré la tuerca que lo complementa", propuso ella y aceptó el nuevo él.

Y, desde entonces, comenzaron a valorar las pequeñas cosas...

3 de mayo de 2013

Serendipity

Hoy es uno de esos días en los que necesito escribir y saber que nadie me va a leer. Escribir sin más, para desahogarme y soltar lo que pasa por mi cabeza sin pensar en nada ni en nadie. Por muy paradójico que suene todo esto al estarlo escribiendo en un blog de Internet.
Así que, si has llegado hasta aquí y me conoces, léeme en cualquier otro sitio, pero cierra este blog. Así, con cariño.

Mi vida lleva siendo muy surrealista desde hace unas semanas. Algo que jamás de los jamases me hubiera llegado poder a imaginar que sucedería ha sucedido.

Una frase mágica lo cambió todo una fría tarde de noviembre: "Venid a verme". Desde entonces, casi por arte de magia todo empezó a cambiar y a evolucionar a pasos agigantados. Tan agigantados que dan un poco de miedo.

Esta situación me abruma. ¿Qué tipo de relación tenemos? ¿Qué estamos construyendo? ¿Hasta dónde vamos a llegar? Y la gran pregunta... ¿por qué? ¿Por qué lo haces? ¿Qué hemos hecho? ¿Por qué nosotras? ¿Por qué ahora y de esta manera?

No entiendo nada. Se me escapan tantas cosas que me da dolor de cabeza... Han sido unas semanas tan intensas que necesito procesarlas. Por eso me alejo. No mucho, sólo unos días. Pero necesito espacio para asimilar y concentrarme en otras cosas.

... Porque no quiero perderte, ni quiero ser yo el perdido ...

No sé, quizá sea cuestión de tiempo que las cosas se estabilicen... O no, quizá sigan creciendo y llegarán nuevas formas de afrontarlas. No sé qué quiero ni qué prefiero. Definámonos. Dejemos las cosas claras si es que podemos. O no. Sigamos hacia delante a ver qué nos depara el destino...

Al fin y al cabo, ¿quién sabe? Hace sólo unos meses, si me hubiesen dicho que ahora estaría escribiendo esto, me hubiese reído en su cara. Y con razón.

¿Miedo al cambio? ¿A la incertidumbre? ¿Al qué pasará? Quizás un poco. ¿Miedo justificado? No lo sé. Puede que todo esto sea una gran tontería o puede que crezca hasta límites insospechados y se quede en anécdotas que contar dentro de muchos años...

... No dejes que todo esto quede en nada porque ahora estés asustada ...

Sólo el tiempo lo dirá.

Serendipity.