15 de septiembre de 2013

Mi faceta T

Escribir ayuda a asimilar las cosas y a aclarar las ideas, así que allá voy...

Si pudiéramos dividir la vida de cada uno en facetas tipo "familia", "universidad"... podríamos decir que mi faceta T rebosa... De felicidad, sonrisas, emoción y de muchas cosas buenas. Sí, mi faceta T es feliz, muy feliz, el alma T sonríe con muchas ganas.

Mi faceta T es casi perfecta. Casi porque la perfección nunca es buena, es un extremo y ya se sabe que los extremos no son lo mejor. Lo que la hace imperfecta es, paradójicamente, el mismo hecho de ser tan buena. Porque, claro, ¿qué pasa si un día todo termina? ¿Sería capaz de vivir sin mi faceta T? Tiene un gran peso en mi vida y es una de las principales causas por las que sonreír. Nadie es capaz de entenderlo y, de hecho, si estás leyendo esto probablemente ni te llegues a imaginar de qué hablo... Pero lo siento, no puedo dar muchos más datos. Tengo que cuidar y proteger este blog.

Lo que iba diciendo... Mi faceta T es muy buena e importante, pero a la vez inestable. No depende sólo de mí. Ni siquiera es cosa de dos. Es una interacción de personas, lugares, palabras y sentimientos unidos por el destino, por magia electroviral. Es algo tan extraño y que le pasa a tan poca gente que no existe un patrón de comportamiento... Nadie sabe lo que puede pasar.

Por ejemplo, con una amistad de toda la vida, de estas personas que conoces desde que tienes uso de razón y que te han acompañado hasta, por lo menos, 2º de Bachillerato. Ahí sí hay experiencias de otras personas, vivencias, patrones... Más o menos sabes lo que puedes esperar. Puede ser mejor o peor, pero generalmente hay ya unas líneas establecidas por las que seguir.

Pero con mi faceta T no pasa nada de esto. Es completamente nueva e inusual. Y de ahí la incertidumbre, la inestabilidad, el miedo a que todo se rompa... y la esperanza de que todo siga y avance más y más...

A veces quiero avanzar el tiempo y ver qué va a pasar con todo esto... Pero hace unos meses también quería hacerlo y aquí estoy por fin! Todo llega... sólo hay que tener paciencia. Ahora no puedo hacer nada más que disfrutar de mi maravillosa faceta T y sonreír todo lo que la vida me lo permita.

El resto lo dejo para el destino...

26 de julio de 2013

Nunca fallas

Y, cuando menos me lo espero... apareces.
Y tienes el don de la oportunidad.
Y todas las dudas desaparecen.
Y sufro contigo.
Y me haces sonreír.
Y me conoces más y mejor de lo que pienso.
Y nos echamos de menos.

Y te quiero.

23 de julio de 2013

... silencio

Te prometo que no te entiendo. Ni entiendo esta situación.

Un día estás ahí arriba, con tu sonrisa puesta y comiéndote el mundo...

Y al día siguiente, nada. Silencio. Vacío.

Sin duda, es mucho peor la incertidumbre, el no saber, el "qué estará pasando por tu cabeza"... que el "no", el "paso de ti", el "déjame en paz". Si te dicen eso, al menos sabes lo que puedes hacer por arreglar las cosas o lo que no hacer porque crees que es mejor así. Pero el silencio... es el peor de los castigos.

Algún día te pronunciarás... o eso espero. Y quizá todo se haya olvidado. Quizá todo haya cambiado o todo siga igual, en el mismo punto en el que lo dejamos...

Quizá la ausencia de señales sea una señal.

16 de julio de 2013

T, alguien especial

Llevo unos días muy ñoña, sentimental... No sé cómo explicarlo, pero es como si algo dentro de mí no parase de sonreír. La sonrisa del alma.

Y llevo los mismos días con muchas ganas de escribir, de desahogarme y contarle a todo el mundo en general y a nadie en particular lo que siento y cómo lo siento. Pero estoy llegando a la conclusión de que hay cosas que se viven, se sienten... pero no se explican. Simplemente no soy capaz de transformar en palabras todo lo que pasa por mi cabeza y... mi corazón. Quizá estemos poco acostumbrados a hablar de cosas tan abstractas y por ello nos falte vocabulario o expresiones para hacerlo. No lo sé.

El caso es que quiero escribir, pero no sé por dónde empezar. Puede que por eso haya soltado todo el rollo de arriba... porque realmente no sé comenzar y prefiero irme por las ramas con otras historias.
En fin...

Me gustaría hablar de alguien especial... Alguien que llevaba un tiempo en mi vida como, digamos, un agente pasivo. Es decir, formaba parte de ella, pero de forma leve, sin llamar demasiado la atención, como uno más entre tantos otros... Pero desde hace un tiempo ha subido y escalado puestos con una rapidez que cada día me impresiona más. Por todo aquello de tratar de mantener mi anonimato, me veo obligada a mantener el suyo también. Así que este alguien en cuestión va a ser T de aquí en adelante.

Pues como iba diciendo, hace unos meses T comenzó a aparecer en mi vida de una forma más habitual e intensa. Sí, creo que intensidad es la palabra más indicada para hablar de todo esto. Su luz pasó de titilar a brillar intensamente.

¿Sabéis esas personas que, valga la redundancia, tienen luz? Esa gente que con sólo sonreír provoca miles de sonrisas, que con sus palabras convence y con sus miradas emociona. De alguien así os estoy hablando.

El caso es que mi vida estaba patas arriba y bastante deprimida. Llevaba una temporada muy mala, con muchas penas y pocas alegrías, con demasiadas lágrimas y pocas ganas de dibujar sonrisas. Y no sé si fue el destino o qué fuerza de la naturaleza la que hizo que T empezase a tener relevancia en mi día a día. Quizá necesitaba algo así, alguien así que me diera todo lo que me ha dado y sigue dando... Y quizá alguien sabía que lo necesitaba y por eso le puso en mi camino.

Creo que me estoy alargando demasiado...

Me gustaría agradecerte todo este tiempo, todo lo que haces sin darte cuenta, que me leas la mente, que me conozcas hasta no sé ni qué punto, que aparezcas justo en el momento en el que tienes que hacerlo, que me cuides, que digas tanto con sólo una mirada...

Gracias porque puedo decir que eres parte de mi vida, T.

1 de julio de 2013

Una bonita manera de hablar del destino...

Decía un amigo mío que las casualidades no existen.
Que todo está escrito entre las nubes y las estrellas con tinta invisible.
Que las personas van mezclándose en las páginas de las historias de otras personas para compartir y protagonizar un guión ya establecido.
Mi amigo decía que todos somos actores principales y también actores secundarios, según la parte de la película en la que nos encontremos.

Es una bonita manera de hablar del destino. ¿No creéis?


~No sonrías que me enamoro, Blue Jeans~

17 de mayo de 2013

Sobre tuercas y tornillos

Era una tarde de 2010. Hacía días que las cosas no iban bien. Agobio, presión. Sí, habían hecho bien en dejarlo. Quizá algún día volviera a surgir la chispa que reavivase la relación... Pero era mejor así.

Y las entradas de aquel concierto al que iban a ir juntos esa noche seguían ahí, encima de la mesa, esperando a saber cuál sería su destino después de la ruptura. Aquel grupo que él le descubrió y ese componente amigo de él que hoy ella iba a conocer después de tantas conversaciones por whatsapp.

"Yo no voy a ir, tú haz lo que quieras", había dicho él. "No voy a perder la oportunidad", pensó ella.

Así que decidió ir y disfrutar sin él del concierto. "Espero que, al menos, ese chico con el que he estado hablando tanto tiempo sea el cantante, que es el más guapo".

(Y así fue. Aunque este dato tampoco tenga demasiada importancia.)

Después del concierto habían quedado a cenar. Él tampoco apareció y ella siguió queriendo olvidarse de él al menos esa noche.

Y entonces ocurrió. Como en las películas. Algo cayó al suelo mientras ella y un nuevo él hablaban durante la cena. Los dos se agacharon a ver qué había sido y sus cabezas chocaron ligeramente. Mirada y sonrisa avergonzada. Y allí estaban... un tornillo y una tuerca.

"Tú te quedarás el tornillo y yo seré la tuerca que lo complementa", propuso ella y aceptó el nuevo él.

Y, desde entonces, comenzaron a valorar las pequeñas cosas...

3 de mayo de 2013

Serendipity

Hoy es uno de esos días en los que necesito escribir y saber que nadie me va a leer. Escribir sin más, para desahogarme y soltar lo que pasa por mi cabeza sin pensar en nada ni en nadie. Por muy paradójico que suene todo esto al estarlo escribiendo en un blog de Internet.
Así que, si has llegado hasta aquí y me conoces, léeme en cualquier otro sitio, pero cierra este blog. Así, con cariño.

Mi vida lleva siendo muy surrealista desde hace unas semanas. Algo que jamás de los jamases me hubiera llegado poder a imaginar que sucedería ha sucedido.

Una frase mágica lo cambió todo una fría tarde de noviembre: "Venid a verme". Desde entonces, casi por arte de magia todo empezó a cambiar y a evolucionar a pasos agigantados. Tan agigantados que dan un poco de miedo.

Esta situación me abruma. ¿Qué tipo de relación tenemos? ¿Qué estamos construyendo? ¿Hasta dónde vamos a llegar? Y la gran pregunta... ¿por qué? ¿Por qué lo haces? ¿Qué hemos hecho? ¿Por qué nosotras? ¿Por qué ahora y de esta manera?

No entiendo nada. Se me escapan tantas cosas que me da dolor de cabeza... Han sido unas semanas tan intensas que necesito procesarlas. Por eso me alejo. No mucho, sólo unos días. Pero necesito espacio para asimilar y concentrarme en otras cosas.

... Porque no quiero perderte, ni quiero ser yo el perdido ...

No sé, quizá sea cuestión de tiempo que las cosas se estabilicen... O no, quizá sigan creciendo y llegarán nuevas formas de afrontarlas. No sé qué quiero ni qué prefiero. Definámonos. Dejemos las cosas claras si es que podemos. O no. Sigamos hacia delante a ver qué nos depara el destino...

Al fin y al cabo, ¿quién sabe? Hace sólo unos meses, si me hubiesen dicho que ahora estaría escribiendo esto, me hubiese reído en su cara. Y con razón.

¿Miedo al cambio? ¿A la incertidumbre? ¿Al qué pasará? Quizás un poco. ¿Miedo justificado? No lo sé. Puede que todo esto sea una gran tontería o puede que crezca hasta límites insospechados y se quede en anécdotas que contar dentro de muchos años...

... No dejes que todo esto quede en nada porque ahora estés asustada ...

Sólo el tiempo lo dirá.

Serendipity.

13 de abril de 2013

Esos locos que enseñan...

Esos locos que enseñan... Yo los conozco, los he visto muchas veces. Son raros.
Algunos salen temprano por la mañana y están en el cole una hora antes. Otros salen del cole una hora más tarde porque tienen entrevistas con los padres que trabajan y no pueden acudir a otra hora. Otros recorren todos los días más de 100Km. Están locos.
En verano les dan vacaciones, pero no desconectan del todo. Piensan en sus clases, preparan tareas para el curso siguiente... En invierno hablan mucho y siempre llevan caramelos de miel y limón en los bolsillos y otros una botella de agua a su lado. Su garganta siempre está dolorida, pero siguen enseñando. A veces fuerzan su voz, pero siguen transmitiendo sus conocimientos con cariño e ilusión. Yo los he visto, no están bien de la cabeza.
Salen de excursión con sus alumnos y se encargan de gestionar autorizaciones, recoger dinero y asumen una responsabilidad extra. Qué será de ellos y ellas.
Por la noche sueñan con el colegio, se les aparecen planetas, ecosistemas y personajes históricos. He escuchado que llegan cargados con cuadernillos y exámenes que han corregido la tarde anterior en su casa. Son mujeres y hombres casados, solteros... y de diferentes edades, pero a todos les apasiona su trabajo. Les gusta ver crecer a sus alumnos, ayudarlos y conseguir de ellos que sean ciudadanos competentes. Los he visto muchas veces. Están mal de la cabeza.
Algunos dicen de ellos que viven muy bien, pero les han recortado el sueldo y siguen trabajando incluso más que antes. Algunos no miran ni su nómina, porque su pasión por la enseñanza los hace ciegos a pensar en el dinero. Disfrutan con lo que hacen, aunque haya padres que no los valoren, les critiquen e incluso les quiten autoridad. Pero ellos siguen hacia adelante. Están locos.
Por las tardes quedan para hacer cursos de formación y no les importa perder tiempo de su ocio para reciclarse. Dicen que son autocríticos y que hacen balance de sus experiencias educativas, que se frustran cuando no salen las cosas como esperaban y que se alegran cuando sus alumnos avanzan. Yo los he visto, están mal de la cabeza.
Dicen de algunos que fueron muy importantes, que siempre tienen palabras de aliento. Ellos dicen sólo que son MAESTROS y que se sienten MUY ORGULLOSOS DE SERLO.