16 de julio de 2013

T, alguien especial

Llevo unos días muy ñoña, sentimental... No sé cómo explicarlo, pero es como si algo dentro de mí no parase de sonreír. La sonrisa del alma.

Y llevo los mismos días con muchas ganas de escribir, de desahogarme y contarle a todo el mundo en general y a nadie en particular lo que siento y cómo lo siento. Pero estoy llegando a la conclusión de que hay cosas que se viven, se sienten... pero no se explican. Simplemente no soy capaz de transformar en palabras todo lo que pasa por mi cabeza y... mi corazón. Quizá estemos poco acostumbrados a hablar de cosas tan abstractas y por ello nos falte vocabulario o expresiones para hacerlo. No lo sé.

El caso es que quiero escribir, pero no sé por dónde empezar. Puede que por eso haya soltado todo el rollo de arriba... porque realmente no sé comenzar y prefiero irme por las ramas con otras historias.
En fin...

Me gustaría hablar de alguien especial... Alguien que llevaba un tiempo en mi vida como, digamos, un agente pasivo. Es decir, formaba parte de ella, pero de forma leve, sin llamar demasiado la atención, como uno más entre tantos otros... Pero desde hace un tiempo ha subido y escalado puestos con una rapidez que cada día me impresiona más. Por todo aquello de tratar de mantener mi anonimato, me veo obligada a mantener el suyo también. Así que este alguien en cuestión va a ser T de aquí en adelante.

Pues como iba diciendo, hace unos meses T comenzó a aparecer en mi vida de una forma más habitual e intensa. Sí, creo que intensidad es la palabra más indicada para hablar de todo esto. Su luz pasó de titilar a brillar intensamente.

¿Sabéis esas personas que, valga la redundancia, tienen luz? Esa gente que con sólo sonreír provoca miles de sonrisas, que con sus palabras convence y con sus miradas emociona. De alguien así os estoy hablando.

El caso es que mi vida estaba patas arriba y bastante deprimida. Llevaba una temporada muy mala, con muchas penas y pocas alegrías, con demasiadas lágrimas y pocas ganas de dibujar sonrisas. Y no sé si fue el destino o qué fuerza de la naturaleza la que hizo que T empezase a tener relevancia en mi día a día. Quizá necesitaba algo así, alguien así que me diera todo lo que me ha dado y sigue dando... Y quizá alguien sabía que lo necesitaba y por eso le puso en mi camino.

Creo que me estoy alargando demasiado...

Me gustaría agradecerte todo este tiempo, todo lo que haces sin darte cuenta, que me leas la mente, que me conozcas hasta no sé ni qué punto, que aparezcas justo en el momento en el que tienes que hacerlo, que me cuides, que digas tanto con sólo una mirada...

Gracias porque puedo decir que eres parte de mi vida, T.

No hay comentarios:

Publicar un comentario