Depresión post-vacacional

Me afecta mucho la depresión post-vacacional. Pero me afecta de verdad, no os vayais a pensar que lo digo por decir. Sí, a finales de agosto todo el mundo se siente bajo de ánimos y con ganas de que el tiempo se pare, o que pase muy lento, o que vuelva atrás un mes. Lo que sea, pero por favor que no llegue la hora de volver a escuchar el despertador cada mañana a horas indecentes, ni de que vuelvan los días de lluvia, ni de que se haga de noche a las 6 de la tarde, ni de tener que volver a casa destrozado, ni de irse a dormir tarde y volver a escuchar al maldito despertador un día más. Vale, paro ya que ahora la que se deprime soy yo! Y todavía me quedan al menos unos días...
Bueno, lo que iba diciendo, que además de todas esas cosas que todo el mundo siente al final del verano, mi depresión va más allá. Sí. Incluso afecta a mi salud. Debe ser que tengo las defensas más bajas por estas fechas o que mi cuerpo está deseando pillar lo que sea para retrasar lo inevitable. Pero lo de ponerme enferma a finales de agosto ya se está convirtiendo en una costumbre veraniega más. Y mira que me repatea ¿eh? Vaya forma de acabar un verano, en serio. En fin, gracias a Dios sólo han sido unos días y todavía me quedan unos cuantos para poder seguir tomando helados y viendo Aquí no hay quien viva hasta las 2 de la mañana!

Cambiando de tema, me he encontrado con otra grata sorpresa al volver de mis días de "descanso". ¡Dos premios! Esta vez de la bloggera Anita que, por cierto, tiene un nombre muy bonito! Os recomiendo su blog, escribe unos poemas muy bonitos y con mucho sentimiento y también hay canciones preciosas :) Aquí os le dejo, no os arrepentiréis de entrar, seguro: Ana y sus cosas